Uno de los argumentos clave en favor de la evolución humana
ha sufrido ahora la misma suerte que tantos otros iconos desacreditados del
errado paradigma del «ADN basura». En este caso, se trata de una nueva
investigación relacionada con el pseudogén de la beta-globina, que resulta ser
funcional, e importante para la regulación génica de la hemoglobina.
La hemoglobina es una proteína en los glóbulos rojos de la
sangre que transporta oxígeno por todo el sistema circulatorio del cuerpo. La
proteína hemoglobina humana es en realidad una agrupación de dos cadenas de
diferentes subproteínas. Una de esas cadenas es la «alfa-globina», que permanece
invariable desde el desarrollo embrionario hasta el estadio adulto. El segundo
conjunto se llama cadena de «beta-hemoglobina», que cambia de manera específica
en la transición de embrión a feto y de nuevo en la transición de feto a
adulto. Esta asombrosa bioingeniería permite que el ser en su desarrollo desde
la etapa embrionaria hasta la de bebé reciba el oxígeno en sus niveles
apropiados a través de sus críticos procesos de crecimiento.
Las proteínas humanas de beta-globina están codificadas por
un grupo de seis genes que se extiende a lo largo de 80.000 bases en el
cromosoma 11. La expresión de las etapas de desarrollo desde embrión hasta la
forma adulta de cada gen en el grupo depende de la interacción del gen
específico con una región de control que precede a todo el grupo y que se
designa como «región de control de locus» o LCR.
Mientras que cinco de seis genes en el grupo beta-globina
codifican proteínas funcionales, uno de los genes, llamado HBBP1, no lo hace,
debido a varias secuencias de paro en su código, que se creía antes que eran
mutaciones. Este gen fue clasificado como un «pseudogén» (un resto roto e
inútil) debido a su
supuesta no funcionalidad. Debido a que este gen, junto con sus supuestos
errores, aparece también en chimpancés, los evolucionistas lo presentaban como
prueba de que los humanos heredaron esta versión del gen procedente de un
antepasado común con los chimpancés.
Uno de los principales problemas con esta idea es los datos
reales que se presentan para defenderla. Los biólogos moleculares
evolucionistas que estudian la secuencia de ADN se han preguntado a qué se debe,
si el gen HBBP1 es no funcional, que el ADN no haya mutado durante los últimos
3 a 6 millones de años de supuesta evolución humana (divergiendo de los
chimpancés) si no ha habido ningún freno selectivo impuesto sobre la misma. En
otras palabras, la pretendida evidencia en favor de una descendencia común con
esta secuencia en realidad milita contra dicha descendencia común. También
constituye indicación de que el gen HBBP1 puede en realidad ser funcional y
servir a un propósito común tanto en los humanos como en los chimpancés.
Un artículo reciente publicado en la revista Genome
Biology and Evolution confirma ahora que el gen HBBP1 es sumamente
resistente al cambio y que es de hecho funcional.1 Los
investigadores compararon los grupos de genes de beta-globina en muchos
individuos diferentes tanto en humanos como en chimpancés. De los seis genes en
el grupo de la beta-globina, el gen HBD y su compañero (el gen siguiente en el
grupo), el pseudogén HBBP1, son sumamente invariables en comparación con los
otros genes de la beta-globina. Esos resultados indican que no se tolera
prácticamente ninguna mutación en la llamada área pseudogénica, lo que implica
que es funcionalmente importante.
Los investigadores analizaron luego la región del pseudogén HBBP1
para datos de función génica, relacionados con el proyecto ENCODE,2, 3
y descubrieron que está asociado activamente con la regulación transcriptora
(control génico) en conjunción con la región LCR que controla todo el grupo
génico de la beta-globina.
Además, nuevas informaciones en la base de datos en el PseudoMap4
exponen que el pseudogén HBBP1 codifica dos diferentes ARNs reguladores que se
cree que controlan el primer gen el grupo de la beta-globina (HBE) que está
involucrado en la etapa temprana de la embriogénesis. Esas regiones en el
pseudogén HBBP1 poseen también las marcas genéticas bioquímicas clásicas de un
ADN funcionalmente activo —igual que los genes regulares.
Esos nuevos datos de funcionalidad enlazan bien con otro
reciente estudio que expone que una mutación de una sola base en el pseudogén HBBP1
está asociada con una enfermedad hematológica llamada beta-talasemia.5
En lugar de ser un resto mutado inútil según las fracasadas
predicciones evolucionistas, el pseudogén HBBP1 de la beta-globina resulta ser
genéticamente activo y desempeña un papel funcional clave como factor
ingeniosamente diseñado y programado por el Dios Creador.
Referencias
- Moleirinho, A., et al. 2013. Evolutionary Constraints in the β-Globin Cluster: The Signature of Purifying Selection at the δ-Globin (HBD) Locus and its Role in Developmental Gene Regulation. Genome Biology and Evolution. 5 (3): 559–571.
- Tomkins, J. 2012. Junk DNA Myth Continues Its Demise. Acts & Facts. 41 (11): 11-13.
- The ENCODE Project Consortium. 2012. An Integrated Encyclopedia of DNA Elements in the Human Genome. Nature. 489 (7414): 57-74.
- PseudoMap - A resource of exploring esiRNA-mediated mechanism of pseudogenes. Subido en pseudomap.mbc.edu.tw, accedido el 25 de marzo de 2013.
- Giannopoulou, E. et al. 2012. A Single Nucleotide Polymorphism in the HBBP1 Gene in the Human β-Globin Locus is Associated with a Mild β-Thalassemia Disease Phenotype. Hemoglobin. 36 (5): 433-445.
* El Dr. Tomkins es Investigador
Asociado en el Instituto de Investigación de la Creación [Institute for
Creation Research] y recibió su doctorado [Ph.D.] en Genética en la Universidad
Clemson.
Redacción: Jeffrey Tomkins, Ph.D.
© 2013 Creation Science Update Articles - www.icr.org
Traducción y adaptación: Santiago Escuain,
publicado en sedin-notas.blogspot.com.es
© SEDIN 2013 - www.sedin.org
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